Antón in the USA: From New York to Bakersfield, passing for Los Angeles.

Mientras Julien y yo, esperábamos sentados nuestro vuelo a LA, hablamos un poco y luego dijimos que íbamos a descansar un poco, ya que aún eran las 4.30 de la mañana. Cuando oí por megafonía: Passengers of the fligh to Los Angeles, go to the gate! me desperté de un salto; le toqué a Julien en el brazo para despertarlo pero nada, le zarandeé el brazo y nada, me puse en frente de él y le levanté las piernas, jodeeer! seguía durmiendo; le cogí las piernas y se las moví enérgicamente, uff nada (ahí, ya, me pegó la risa, es que ya era mucho, no se despertaba con nada, pareciá muerto el tío) entonces tomé medidas extremas, me permití pegarle un bofetón en toda la jeta y ni con eso jajajajaja (menudo dormir máaaaaas profundo), entonces le enganché por los hombros y le moví tan bruscamente pegándole ostias contra la silla hacia delante y hacia atrás que casi lo desmonto al pobre jajajaja (toda la gente mirando para mi en plan: este lo está agrediendo jajaja), pero por fin, se despertó y nos fuimos para entrar en el avión, su asiento era delante del mío así que, no hablamos, nos dedicamos a dormir. 6 horas de vuelo y estábamos en Los Angeles, Califonia. Bajamos del avión y nos fuimos juntos porque ambos teníamos que cambiar de terminal, lo conseguimos y buscamos nuestras puertas de embarque, al saber donde estaban, nos fuimos a un Starbucks Coffee a desayunar, tomé un iced cofee y una cookie enorme; él comió un sandwich. Despues fuimos al baño, charlamos un poco y él me acompaño a mi puerta, allí nos despedimos y él se fue a la suya porque volaba a Salt Lake City. Mi vuelo a Bakersfield se retrasó una hora, pero después fue genial ya que bajamos a pista de aterrizaje para subir a un mini avión tipo caza (fuaah, como los futbolistas del Barça, Madrid... pensé en aquel momento y me sentía genial jajajajaja). El despegue dio mucha sensación, que guay! Volé viendo todo el paisaje de California, por ejemplo estuve flipando cunado sobrevolamos una parte de LA que estaba llena de casazas con piscinas, pistas de tenis, campos de golf; una verdadera pasada. Todo esto gracias a que no había nubes y volábamos bastante bajo.

Llegué a Bakersfield, donde bajamos a la pista (sí, como los futbolistas profesionales, sí) Entré al aeropuerto y subí por una escalera mecánica y, al final de un gran pasillo, vi a mi host family (Lori y Jason) y la coordinadora local (Jane),me estaban esperando con un cartel que ponía Antón en grande, un balón y una carita de South Park, y todos con una sonrisa enorme. Recogí el equipaje, nos sacamos unas fotos y me fui a casa en el coche con ellos. Estaban eufóricos, sobre todo él , que no paraba de decirme que me iba a enseñar nosequé y nosecuánto ( uff, jaja) Fuimos hablando de varias cosas y al llegar (muchas veces no me enteraba de nada y yo en plan: WHAAAAT? JAJAJA), dejé mi maleta en la habitación me enseñaron la casa, me explicaron algunas cosas, conocí a los perros y después estuvimos con mi familia biológica en Skype, todos en una videollamada. Por la noche, fuimos a un sitio impresionante donde hay muchisimos juegos y un buffet: tú puedes coger todo lo que quieras de pizza, ensaladas, pasta...; hay cuatro salas para comer, una con todo de deportes y la programación, otra de dibujos animados, la 3ª de música y la cuarta tipo muy oscuro y así. Después fuimos a la inmensa sala de juegos, donde tienes una tarjeta con tickets para pasar en las máquinas: lanzar a canasta, football americano, coches, F1, motos, Mario Kart, juegos de disparar, de fuerza, pinball... luego, los tickets que salen de las máquinas cuando acabas, según hagas más puntos o menos, los metes en una máquina que se los come, los cargas en la tarjeta y así los puedes cambiar por regalos; conseguí un llavero para la llave de mi nueva casa y otro igual para Jay! Después de acabar de jugar, nos tomamos unos smothies, que son como si fuera espuma de colores que son de varios sabores, lo hay de Coca-Cola, de mora, de fresa... y depués bebí agua, que me sorprendió que no tenían en casa; aquí se bebe mucho Powerade, Gatorade, Coca-Cola y bebidas de sabores.
Me lo pasé genial, me fui a casa, y vimos un poco la tele y me fui a dormir porque estaba muy cansado y destrozado por todo el ajetreo de los viajes, cambios de avión, de terminal y lo peor: EL CAMBIO DE HORA, porque cambié primero a la de Nueva York (6 horas menos que España), estuve 2 días con esa y la tuve que volver a cambiar desde que llegué a Los Ángeles (9 horas menos que España, 3 menos que NY).